martes, 22 de junio de 2010

La ceguera del conocimiento: El error y la ilusion


Después de leer el capítulo I del libro, me di cuenta que una de las cosas más importantes de la educación, es lo que aparece en el tema que conlleva al “talón de Aquiles de la educación”, ya que mirando detalladamente me encontré con algo muy interesante que me ocurrió particularmente en la enseñanza básica y media, me refiero al método de la mejora del conocimiento con la inserción del afecto hacia el alumno. Cuando estudie en la enseñanza básica las clases de matemática para mi eran lo peor que podía llegar a ocurrirme, ya que tenía una profesora que no nos motivaba a ser mejores alumnos y tampoco le interesaba saber si a nosotros nos ocurría algo, por ende la mayoría del curso no tenía empatía con ella, al paso de los años se puso peor, es de aquí donde nace mis ansias de poder estudiar algún día pedagogía en matemáticas con el fin de poder superar mis temores y ser una profesora de una manera distinta. En la enseñanza media todo esto cambio, por suerte para mí los profesores de mi liceo actuaban de una manera distinta, eran preocupados por la manera que tenían en nuestras casas para educarnos, nos incentivaron a que teníamos que ser unas mujeres del futuro, profesionales integrales con metas definidas para poder ser buenas, y siempre nos destacaron que fuera lo que quisiéramos estudiar solo teníamos que preocuparnos de ser las mejores. Con estos dos casos que pude tener en mi vida me pude dar cuenta que en realidad el profesor además de enseñar sus materias y explicar todo lo que está exponiendo frente a un curso tiene que ser capaz de interesarse por las cosas que le pasan a sus alumnos, tratar de darle soluciones a sus problemas por más sencillos que puedan ser, pero que para el estudiante a esa edad son cosas que a veces piensan que no tiene solución; la preocupación de un profesor va más allá de aula, a lo mejor si todos los docentes fueran así, evitaríamos muchas desgracias que están ocurriendo en la educación, como las faltas de respeto insoportables que tienen que recibir los profesores de parte del alumnado como también el bullying que tienen entre los mismo estudiantes, esto se podría evitar si pudiéramos fortalecer por medio del afecto el respeto hacia los demás y hacia sí mismo. Entonces puedo obtener como conclusión que una de las cosas que nos lleva a un buen aprendizaje es la capacidad de mezclar esta con la afectividad profesor-alumno. Podemos reforzar esto con el punto numero cuatro donde habla de lo inesperado, es decir que la cosas que nos entregan los docentes en la clase no tiene porque ser siemrpe aceptadas como correctas, es decir, el profesor debería esperar del alumno que el quisiera de alguna manera demostrar con algunas herramientas que el profesor en realidad se encuentra hablando de algo que es cierto, es por esto que también interesante tener en cierto modo una afectividad hacia el alumno para poder darle las herramientas para que se expresen libremente y tengan la capacidad de discutir de una forma respetuosa los temas que el docente presenta frente a ellos, pero si no fuese así sería imposible porque en la actualidad los profesores están cerrados a que los alumnos tengan la posibilidad de discutir un problema o de hacer muchas preguntas. Entonces queda más que claro que la solución a todos los problemas de la educación que estamos enfrentados podrían solucionarse siempre y cuando los profesores dejaran de ser un ente de autoridad en la sala de clases y fueran personas que entregan conocimientos de una manera más flexible, porque para eso estamos siendo educados, para ser profesores del futuro entregados a nuestros alumnos al cien por ciento, como verdaderas personas que estudian por una vocación y las ganas de cambiar la educación.